Un día del 2009 fuimos a realizar un servicio de desatranco a un chalet privado de la zona de Alcorcón donde se personaron dos técnicos cualificados y un camión cisterna provisto de agua a presión para realizar el trabajo.
La ubicación del lugar está aproximadamente a unos 30 kilómetros lo que les toma unos 40-50 minutos llegar hasta el lugar. Al personarse allí el cliente les comenta el problema: una tubular de aguas fecales está atorada y anegada por algún objeto o materiales y no pasa el agua.
Los técnicos levantan las arquetas cercanas a las tubulares para trabajar a través de ellas y meten la manguera de agua a presión del camión. Después de varios intentos consiguen desatascar y ven que la tubular está llena de tierra y arena.
Se lo comunican al cliente y éste habla con los demás ocupantes de la casa el problema y deciden que limpiemos al 100% las tuberías. Tras cuatro horas de trabajo dejando completamente limpias las tuberías, verifican que el trabajo se ha realizado del todo y los propios ocupantes de la casa ven que las tuberías están limpias y que el agua corre con gran facilidad.
El servicio queda acabado y satisfecho tanto para el cliente como para nosotros mismos.
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