Un día de agosto nos llamó un cliente para hacer un servicio de desatranco en Coslada, Madrid, donde llegamos a una zona donde se encontraba una urbanización de chalets, en la que ubicamos la calle. Al llegar nos encontramos con un problema grave y a un cliente desesperado porque tenía anegado una arqueta y un pozo y salía el agua que se estaba metiendo en el garaje.
El garaje, además, le olía muy mal a causa del problema. Nosotros nos pusimos a trabajar y vimos que el problema venía de hace tiempo. Con el camión bomba realizamos el trabajo y, después de varias horas vimos que el problema era muy importante porque las arquetas estaban llenas de agua sucia y atascos. Hablamos con el cliente quien nos pidió que lo solucionáramos de cualquier modo así que analizamos la situación hasta que encontramos el atasco y, con la manguera a presión, tratamos de desatascarlo.
Una vez desatascado nos dispusimos a limpiar las tuberías (llenas de restos de jabón sólido, toallitas, etc.) para que quedara bien. El atasco se había provocado por un mal uso de la instalación y por el continuo conducir de las aguas porque iban atascándose algunos elementos en las tuberías y las aguas fecales iban alojándose en esos atascos.