Hoy hemos estado en la calle Espronceda donde, en un local, tenían un servicio donde no tragaban las cisternas. Al llegar al local, comprobamos que al tirar de las cisternas o abrir el grifo del lavabo el agua salía por la parte de abajo de la cisterna.
Lo que hicimos fue mirar las arquetas registradas e intentar desatascar por ahí. Tras buscar y no encontrar nada, teníamos que quitar la tapa y meter agua a presión por ahí para intentar desatascar. Lo que sí encontramos fue un pozo que tenía unos 3 metros de altura con un tubo trasdosado que bajaba hasta el pozo.
Quitamos la taza y metimos presión y, tras varios intentos, conseguimos el desatasco de esa taza. Volvimos a colocarla y echamos agua de los lavabos y cisterna para comprobar si estaba desatascado totalmente. Una vez comprobado intentamos buscar cuál era el origen de ese atasco porque, según nos comentó la cliente, esos atascos se generaban a menudo.
Sí constatamos que, antes de poner la taza, el agua se quedaba unos segundos retenida y, aunque corría bien, ese comportamiento no era muy normal. Así, vimos que el tubo tenía poca caída y por eso era por lo que se atascaba tan a menudo. Nuestra solución propuesta fue que le dieran al tubo la caída que necesitara para el pozo y así evitar que este problema siguiera produciéndose.